Por eso ir a la playa es bueno para su salud física y mental

Pasar tiempo en la playa es un verdadero lujo, uno que se siente alegre, relajante y divertido en todo momento. Por eso el verano es una temporada tan querida. Nos permite dejar nuestras preocupaciones en la arena y bañarnos en la dicha. La cuestión es que ese sentimiento no está solo en nuestras cabezas. Hay ciencia real detrás del hecho de que pasar tiempo en la playa es bueno para la salud física y mental. Un estudio de la Universidad de Exeter encontró que las personas que viven cerca de la playa tienen una mejor salud y bienestar en general. Otro cita la mayor sensación de calma al escuchar el océano (más que la música relajante) y la relajación del sistema nervioso debido a la reducción del ruido y la tecnología de la ciudad. La lista continua.

La Dra. Heidi Hanna, directora de educación del American Institute of Stress y la embajadora de la marca Reef, ha hecho de este tipo de investigación su carrera. Este fenómeno, denominado "cerebro de playa", es a la vez milagroso y no del todo sorprendente. Para saber más sobre esto, Hanna respondió a todas nuestras preguntas, aclarando el hecho de que quizás, quizás, deberíamos dejar nuestros trabajos y mudarnos a la playa. ¿O conseguir un trabajo en la playa? Puedes decidir sobre la logística. A continuación, lea más de sus fascinantes hallazgos.

¿Qué es "Beach Brain"?

"'Beach Brain' ha surgido como parte de mi investigación como neurocientífica durante los últimos años, estudiando cómo las vistas y los sonidos de la playa afectan directamente nuestra psique. 'Beach Brain' integra los beneficios mentales y físicos de lo que hemos llegado a apreciar el hecho de pasar tiempo en la playa y proporciona un camino específico para alcanzar ese mismo estado mental y corporal, incluso cuando estamos atrapados en la oficina.

¿Cuales son los beneficios?

Según Hanna, una mayor relajación ayudará a reducir las hormonas tóxicas del estrés en su cerebro y cuerpo. Lo cual, por supuesto, tiene sentido. Pero también ayudará a reducir la tensión muscular, mejorar el enfoque y la atención y mejorar una sensación general de paz, felicidad y bienestar. "El impacto sinérgico proviene tanto de la reducción del estrés como del aumento de la sensación de calma", dice. Entonces, no solo estamos disminuyendo lo que está causando el problema, estamos mejorando la capacidad de nuestro cerebro para funcionar de la mejor manera. Ella agrega: "Teniendo en cuenta que las hormonas del estrés crónico moldean el cerebro para que esté más agitado, irritable, agresivo y reactivo con el tiempo, estos micro turnos de ir a la playa pueden proteger la salud del cerebro". Estos beneficios pueden tardar desde unos minutos hasta un par de horas en surtir efecto. Sin embargo, tenga en cuenta que hay un efecto sinérgico y acumulativo cuando podemos pasar más tiempo o visitarlo con más frecuencia. Hanna analiza los beneficios de la playa al observar las tres S de la playa: sol, arena y surf.

  • Brillo Solar. Por supuesto, eleva nuestro estado de ánimo y niveles de energía. Pero, de acuerdo con Hanna, la luz natural y la vitamina D son necesarias para el metabolismo, la salud ósea y la función inmunológica. Además, se ha demostrado que disminuyen la depresión.
  • Arena. "Cuando imaginamos la playa, todos podemos sentir fácilmente la arena cálida entre los dedos de los pies", dice Hanna. "De hecho, la sensación de estar descalzo (el pie en realidad tiene la mayor cantidad de terminaciones nerviosas por pulgada cuadrada en comparación con el resto del cuerpo) en la naturaleza tiene un efecto de conexión a tierra y se ha demostrado que mejora el estado de ánimo". Este es un fenómeno llamado "puesta a tierra" y es muy real. "Además", continúa Hanna, "se ha demostrado que los iones negativos en el aire salado del océano reducen la inflamación y mejoran la función inmunológica".
  • Navegar. "Se ha demostrado que escuchar el sonido de las olas rompiendo mejora la relajación más que cualquier otro sonido", comparte Hanna. "También disminuye la presión arterial y mejora la variabilidad de la frecuencia cardíaca". Y, el sonido no es lo único beneficioso del oleaje; según Hanna, los minerales del agua del océano ayudan a reducir el dolor en las personas con artritis y ayudan a la reparación y elasticidad de la piel.

Cómo aprovechar los beneficios sin vivir en la playa

Por mucho que a todos nos guste ir a la playa todos los días, sabemos que eso no es realista. Es por eso que Hanna trabaja para ayudar a las personas a canalizar la playa desde cualquier lugar, incluso desde su hogar u oficina. "'La playa' puede ser un estado mental que llevamos con nosotros a través de experiencias sensoriales si contamos con las herramientas adecuadas", explica Hanna. "El primer paso es simplemente ponerse un par de sandalias y canalizar la energía que proviene de liberar los dedos de los pies". Ella sugiere mantener un par debajo de su escritorio y ponérselos durante unos minutos al día, o usarlos en la casa (incluso en invierno). "Su cerebro comenzará a asociar esos zapatos con las mismas propiedades de relajación que ofrece la playa", dice. También puede imitar el olor de los iones negativos que provienen del aire salado. "Mezcle aceites esenciales para crear su propia 'mezcla de playa', sugiere. Busque incluir aceites de abeto douglas, incienso, pomelo y lima". Por último, un método de meditación popular es simplemente escuchar los sonidos del océano (que Hanna llama "posiblemente el sonido más relajante del planeta"). "Si junta los tres", dice, "se sorprenderá de cómo puede transportarse a la arena y surfear desde cualquier lugar".

Soy un insomne ​​y los "baños de bosque" me ayudan a dormir mejor que Ambien

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